En su visita al memorial del Holocausto "Yad Vashem" que recuerda a los seis millones de judíos que murieron en la Shoah, el Papa Benedicto XVI resaltó que "la Iglesia está comprometida a rezar y trabajar incansablemente para así asegurar que el odio nunca más vuelva a reinar en los corazones de los hombres".
En su emotivo discurso en este lugar en el que tuvo un encuentro con seis sobrevivientes del Holocausto, el Santo Padre explicó que la "Iglesia Católica, comprometida con las enseñanzas de Jesús y en su intento de imitar su amor por todos los pueblos, siente gran compasión por las víctimas que se recuerdan aquí. De modo similar, se hace cercana a quienes hoy son perseguidos en razón de su raza, color, condición de vida o religión, ya que sus sufrimientos son los de Ella, y suya también es la de esperanza de aquellos por justicia".
"Como Obispo de Roma y Sucesor del Apóstol Pedro, reafirmo, como mis predecores, que la Iglesia está comprometida a rezar y trabajar incansablemente para así asegurar que el odio nunca más vuelva a reinar en los corazones de los hombres".