Ian Ker, experto biógrafo del converso inglés Cardenal John Henry Newman, respondió a las calumnias que en las últimas semanas el lobby homosexual ha difundido en la prensa y aclaró que el Siervo de Dios fue enterrado en la tumba del sacerdote Ambrose St. John, porque esa fue su voluntad y estaban unidos por una muy buena amistad.
En un artículo titulado "John Henry Newman y el sacrificio del celibato" publicado en L’Osservatore Romano, Ker comenta que "la decisión de exhumar el cuerpo del venerable John Henry Newman ha provocado reacciones, en particular de parte del lobby homosexual", cuyas voces pretenden manipular la figura del Purpurado para impulsar su agenda.
Según el biógrafo esta "protesta" tiene una implicación malintencionada porque difunde la especulación de que "Newman habría querido ser enterrado con su amigo porque habría estado ligado a él por algo más que una simple amistad".