Ante unos 60 mil católicos reunidos en el Estadio de los Yankees para la última Misa del Papa Benedicto XVI en tierra estadounidense, el Pontífice hizo un llamado a “enriquecer la sociedad y la cultura americanas con la belleza y la verdad del Evangelio, sin perder jamás de vista esa gran esperanza que da sentido y valor a todas las otras esperanzas que inspiran nuestra vida”.
El Papa exlicó que “rezar con fervor por la venida del Reino significa estar constantemente atentos a los signos de su presencia, trabajando para que crezca en cada sector de la sociedad. Esto quiere decir afrontar los desafíos del presente y del futuro confiados en la victoria de Cristo y comprometiéndose en extender su Reino. Significa superar toda separación entre fe y vida, oponiéndose a los falsos evangelios de libertad y felicidad. Quiere decir, además, rechazar la falsa dicotomía entre la fe y la vida política”.
“Autoridad… obediencia. Siendo francos, estas palabras no se pronuncian hoy fácilmente. Palabras como éstas representan ‘una piedra de tropiezo’ para muchos de nuestros contemporáneos, especialmente en una sociedad que justamente da mucho valor a la libertad personal. Y, sin embargo, a la luz de nuestra fe en Cristo, ‘el camino, la verdad y la vida’, alcanzamos a ver el sentido más pleno, el valor e incluso la belleza de tales palabras”, indicó.