La causa de beatificación del Cardenal Eduardo Pironio, fallecido en 1998, podría dar un nuevo paso si se comprueba la curación milagrosa de un niño que a los 15 meses de nacido se intoxicó con purpurina.
La vicepostuladora de la causa, Beatriz Buzzetti Thomson, es la responsable de investigar la curación completa del niño, cuya identidad se mantiene en reserva, y hoy tiene dos años y medio.
Según informó la prensa local, tras el accidente, los padres del niño recurrieron a la oración que se encontraba al reverso de una estampa del Cardenal, que recibieron de regalo. El niño mejoró y fue dado de alta sin ninguna secuela a pesar que los médicos les advirtieron que si sobrevivía, el niño presentaría graves daños renales y hepáticas.