Las nueve feministas denunciadas por haber encubierto presuntamente al violador de "Rosita", niña símbolo del movimiento abortista, llegaron esta semana hasta la oficina del Fiscal General de la República, Julio Centeno Gómez, para demandar que rechace la denuncia en su contra arguyendo que son víctimas de una persecución política.
En el año 2003, la Red de Mujeres Contra la Violencia, orquestó el aborto de "Rosita", una niña violada y embarazada a los 9 años de edad, con el apoyo de su padrastro, Francisco Fletes Sánchez, quien acusó a un vecino de haber violado a la niña.
Basadas en el testimonio de Fletes, la organización feminista lanzó una campaña que incluyó un libro y un reportaje televisivo difundido el 2007 en Estados Unidos y América Latina por un popular canal de cable.