Ante de miles de feligreses reunidos en la Plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus Dominical, el Papa Benedicto XVI rechazó los “recurrentes mesianismos” que una y otra vez anuncian como inminente el fin del mundo y explicó que “la historia sigue su curso, y comporta también dramas humanos y calamidades naturales”.
Al reflexionar sobre la lectura del evangelio de este Domingo, el Santo Padre recordó que, desde su inicio, la Iglesia “vive en la atención orante de su Señor, escrutando los signos de los tiempos y manteniendo en guardia a los fieles de los recurrentes mesianismos, que de cuando en cuando anuncian como inminente el fin del mundo”.
"En realidad, –precisó el Pontífice– la historia tiene que seguir su curso, que comporta también dramas humanos y calamidades naturales. En ella se desarrolla un diseño de salvación a la cual Cristo ya ha dado cumplimiento en su encarnación, muerte y resurrección. Este misterio la Iglesia continúa anunciándolo y actuándolo con la predicación, con la celebración de los sacramentos y el testimonio de la caridad”.