24 de septiembre de 2007 / 11:09 PM
El Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, rompió su silencio y sacó a la luz las “demasiadas” profanaciones ocurridas durante el último periodo en las iglesias de diversos pueblos toledanos y advirtió que el móvil de estos actos no es el robo, sino “un ataque a la libertad religiosa en su núcleo más íntimo”.
Así lo dio a conocer el Primado de la Iglesia en España a través de un mensaje leído en la Misa celebrada este domingo en la Catedral de Toledo, celebración en la que no participó el Arzobispo ni los obispos auxiliares, presentes en Fuensalida, en los actos de desagravio, expiación y reparación por la profanación del sagrario de la ermita de esta localidad toledana.
El Purpurado denunció en su escrito que últimamente en la Arquidiócesis de Toledo se han producido “varias profanaciones similares de robo y ultraje al Santísimo Sacramento”, asegurando que “son ya muy demasiadas, con todo, para que nos callemos”.