15 de agosto de 2007 / 07:26 AM
Miles de fieles y peregrinos se reunieron en la Plaza Central de Castelgandolfo para rezar el Ángelus con el Papa Benedicto XVI, quien en esta ocasión, en la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, recordó que María permanece siempre cerca de nosotros.
En sus palabras iniciales el Papa recordó que “la Asunción de la Beata Virgen María” es “una fiesta antigua que tiene su fundamento en la Sagrada Escritura” que “siempre presenta a la Virgen María en estrecha unión con su Hijo Divino y siempre solidaria con Él”.
“Madre e Hijo –prosiguió el Pontífice– aparecen estrechamente asociados en la lucha contra el enemigo infernal hasta la plena victoria” y así como “la resurrección gloriosa de Cristo fue el signo definitivo de esta victoria, la glorificación de María en su cuerpo virginal constituye la confirmación final de su plena solidaridad con el Hijo tanto en la lucha como en la victoria”.