El Arzobispo de Concepción (Chile), Mons. Ricardo Ezzati, señaló que la motivación de fondo del Motu Propio Summorum Pontificum de Benedicto XVI que liberaliza el Misal de 1962 aprobado por el entonces Papa Juan XXIII no es una "nostalgia de museo" de tipo arqueológico litúrgico sino un auténtico celo pastoral que busca la comunión en la Iglesia.
"No se trata de una nostalgia casi de museo, de tipo arqueológico litúrgico. Aquí se trata de una intencionalidad auténticamente pastoral y si hay motivaciones de ese tipo y de personas que conocen el latín y pueden participar fructuosamente de la celebración de la eucaristía, por qué no darles la posibilidad", señaló el Prelado en una entrevista al diario El Sur de la ciudad de Concepción.
Al reflexionar sobre las motivaciones de fondo del documento pontificio, el Arzobispo señaló que éste debe entenderse como "la apertura de la Iglesia Católica hacia grupos más tradicionalistas que habían estado separados de ésta" y subrayó que "acá, la gran finalidad del Papa es la comunión".