El sacerdote y misionero italiano, P. Giancarlo Bossi, fue secuestrado ayer por un grupo de aproximadamente diez hombres armados en la zona sur de Filipinas cuando el presbítero se dirigía a celebrar Misa.
Según informa la policía local, el rapto se efectuó cerca de la aldea de Bulawan, en la provincia de Zamboanga Sibugay. Asimismo, las autoridades presumen que este secuestro fue realizado por el grupo Aka Kedie, del Frente Moro Islámico, una de las principales organizaciones rebeldes del sur de Filipinas, que en 2001 secuestró durante seis meses al también misionero italiano, P. Giuseppe Pierantoni.
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El Padre Bossi, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME), es buscado por la policía local. "Nuestras fuerzas siguen el rastro de los secuestradores del Padre Bossi y creemos que continúan en el área de Sibugay", manifestó el superintendente de la policía, Francisco Cristóbal.
Por su parte, la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, a través de su vocero Pedro Quitorio, solicitó a los captores la libertad del sacerdote italiano. "Imploramos a los captores: por favor, liberad al misionero. Nosotros rezamos para que liberen lo antes posible, de manera que pueda regresar a ayudar a nuestra gente", dijo el portavoz.