24 de mayo de 2007 / 09:30 AM
En un extenso discurso de enérgico respaldo y aliento, el Papa Benedicto XVI animó a los participantes en la 57 Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, a seguir adelante con su firme presencia en el ámbito público.
El encuentro del Pontífice con la CEI se produce cuando fuerzas laicistas en el país han lanzado una campaña contra los obispos, y contra su Presidente en particular, Mons. Angelo Bagnasco, que busca negarles el derecho a expresarse públicamente en materias sociales, éticas y culturales.
“En Italia la fe es viva y está profundamente enraizada y que la Iglesia es una realidad de pueblo, muy cercana a las personas y a las familias”, dijo el Santo Padre; al señalar que “la fe católica y la presencia de la Iglesia siguen siendo el gran factor unificador de esta amada Nación y una preciosa reserva de energías morales para su futuro”.