13 de mayo de 2007 / 03:54 PM
Al hablar de algunos campos prioritarios para América Latina en su discurso de la sesión inaugural de la V Conferencia General, el Papa Benedicto XVI mencionó la necesidad de defender a la familia, que los sacerdotes sean testimonio de Cristo así como también todos los religiosos; y puntualizó la importante labor de los laicos así como la necesidad de la pastoral juvenil y vocacional.
“La familia, ‘patrimonio de la humanidad’, constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente”, precisó el Santo Padre.
Sin embargo, denunció el Papa, “en la actualidad sufre situaciones adversas provocadas por el secularismo y el relativismo ético, por los diversos flujos migratorios internos y externos, por la pobreza, por la inestabilidad social y por legislaciones civiles contrarias al matrimonio que, al favorecer los anticonceptivos y el aborto, amenazan el futuro de los pueblos”.