El Papa Benedicto XVI llegó a suelo brasileño comenzando su primera visita a América Latina. En la ceremonia de bienvenida celebrada en el Aeropuerto Guarulhos de esta ciudad, el Santo Padre recordó que el “alma de este pueblo, como el de toda América Latina, conserva valores radicalmente cristianos que jamás serán cancelados”.
Tras saludar al Presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, y a los representantes de gobierno, el Santo Padre dijo estar “seguro que en Aparecida, durante la Conferencia General del Episcopado, será reforzada” la identidad cristiana “al promover el respeto por la vida, desde su concepción hasta su natural declinación, como exigencia propia de la naturaleza humana; hará también de la promoción de la persona humana el eje de la solidaridad, especialmente con los pobres y desamparados”.
“La Iglesia quiere indicar los valores morales de cada situación y formar a los ciudadanos para que puedan decidir consciente y libremente; en este sentido, no dejaré de insistir en el empeño que se debe poner para asegurar el fortalecimiento de la familia –como célula madre de la sociedad; de la juventud– cuya formación constituye un factor decisivo para el porvenir de una Nación y, finalmente, pero no al último, defendiendo y promoviendo los valores subyacentes en todos los segmentos de la sociedad, especialmente de los pueblos indígenas”, prosiguió.