Un ex espía de la KGB denunció recientemente que el Kremlin y la mencionada agencia de inteligencia rusa orquestaron una campaña en los años '60s contra la Iglesia Católica, en donde el principal objetivo era hacer que la gente creyera que Pío XII fue un simpatizante del régimen nazi.
En un reciente número de la revista National Review Online, Ion Mihai Pacepa, ex espía de la KGB explicó que "en febrero de 1960, Nikita Khrushchev aprobó un plan supersecreto para destruir a la autoridad moral del Vaticano en Europa Occidental. Eugenio Pacelli, entonces Papa Pío XII, fue escogido como el principal objetivo de la KGB, su encarnación del mal, porque ya había dejado el mundo en 1958. 'Los muertos no pueden defenderse', fue el lema de la KGB entonces". El nombre clave de esta campaña fue "asiento 12".
Pacepa indicó en su artículo que la KGB basó sus difamaciones en que el entonces Arzobispo Pacelli había servido como Nuncio Apostólico en Munich y Berlín. "La KGB quería presentarlo como un anti-semita que había alentado el holocausto de Hitler", aseguró Pacepa y dijo que para lograrlo la KGB quería "modificar levemente" algunos documentos originales del Vaticano y para eso lo llamaron a él, cuando trabajaba en el servicio de inteligencia rumano.