En una declaración titulada “Acoger y promover la vida”, el Comité Permanente del Episcopado chileno denunció los vacíos morales de las “Normas Nacionales sobre Regulación de la Fertilidad” creadas por el Ministerio de Salud.
Los prelados sureños ya habían señalado su objeción a la nueva política anti-natalista del gobierno; pero el nuevo documento se basa en un estudio multidisciplinario encargado por la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) a un amplio grupo de académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En el documento, presentado en conferencia de prensa este miércoles, los obispos recuerdan que el don de la vida es sagrado y el respeto por la vida no es debatible, porque el debate no puede ser pretexto para inducir y justificar eventuales ataques a los cimientos de la sociedad.