La Cámara de Representantes de Estados Unidos rechazó un proyecto de ley que exigía a los médicos administrar analgésicos a los no nacidos antes de abortarlos.
Se necesitaban dos tercios de los votos de la Cámara para aprobar la norma. Aunque el proyecto contó con una mayoría de 250 votos contra 162, no alcanzó la barrera exigida.
El proyecto también exigía a las clínicas abortistas informar a las gestantes que desde los cinco meses de gestación los fetos serían capaces de sentir dolor.