6 de octubre de 2006 / 06:14 PM
Escuchar los latidos de su nieto y verlo por primera vez gracias a la tecnología del ultrasonido, hizo que el padre de una niña de once años de edad, embarazada por una violación en una comunidad indígena, desistiera de someterla a un aborto.
El caso de esta humilde familia de Popayán ocupó esta semana los principales titulares de los medios. El padre solicitó un aborto para la niña y la internó en el Hospital San José de Popayán, donde todo quedó dispuesto para el procedimiento que debía practicarse hoy viernes.
Sin embargo, al observar la ecografía practicada a su hija –que solo tiene dos meses de embarazo– y escuchar los latidos del corazón del bebé, el padre cambió de opinión y decidió asumir todo lo necesario para el nacimiento de su nieto.