La Cámara En lo Civil y Comercial de Mendoza aceptó una acción de amparo con la que se frenó el aborto de un bebé concebido en una violación. Además, se reveló que el bebé tendría 20 semanas de gestación y no 12 como sostienen los demandantes.
La Cámara también separó del caso al juez Germán Ferrer por sus polémicas declaraciones. El magistrado aseguró a un diario local que si los médicos se negaban a efectuar el aborto, la madre podría iniciarles juicio por daños y perjuicios. Con estas declaraciones el juez Ferrer prejuzgó y comprometió su imparcialidad, según la Cámara.
El caso de Mendoza involucra a una joven de 25 años discapacitada embarazada presumiblemente por una violación. Basándose en un caso similar de La Plata, donde la Corte Suprema Bonaerense autorizó el aborto, los familiares de la joven hicieron el mismo requerimiento.