En el primer Ángelus que preside desde Castelgandolfo este año, el Papa Benedicto XVI, apenas de retorno de sus vacaciones en Les Combes, lanzó un nuevo y urgente llamado para un inmediato cese del fuego en el Oriente Medio.
El Pontífice señaló que la situación “cada vez más grave y trágica” en el Medio Oriente está produciendo “cientos de muertos”, “ciudades e infraestructuras destruidas”, “mientras en los corazones de muchos parece crecer el odio y la voluntad de venganza”.
El Santo Padre urgió a considerar que “no se puede restablecer la justicia, crear un orden nuevo y edificar una paz auténtica cuando se recurre al instrumento de la violencia”.