Ante unos 40 mil peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro con ocasión de la tradicional audiencia de los miércoles, el Papa Benedicto XVI recordó esta mañana que en el don de la comunión se experimenta la salvación de Dios y que es "verdaderamente la Buena Nueva en remedio de cualquier soledad".
Al comentar el Evangelio según San Juan, el Papa dijo que “la comunión de amor que une el Hijo al Padre y a los hombres es al mismo tiempo el modelo y la fuente de la comunión fraterna, que debe unir a los discípulos entre ellos. Esta vida de comunión con Dios y entre nosotros es la finalidad propia del anuncio de la Buena Nueva”.
Así, el Pontífice recordó que “la comunión es nutrida por el Pan eucarístico y se expresa en las relaciones fraternas, en una suerte de anticipación de la gloria futura. La comunión es verdaderamente la Buena Nueva en remedio a toda soledad, el don precioso que nos hace sentir acogidos y amados en Dios, en la unidad de su Pueblo reunido en el nombre de la Trinidad”.