Miércoles 27 de noviembre

Evangelio según San Lucas, capítulo 21, versículos del 12 al 19

12 Pero antes de todo esto, os prenderán; os perseguirán, os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, os llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi nombre. 13 Esto os servirá para testimonio. 14 Tened, pues, resuelto, en vuestros corazones no pensar antes como habéis de hablar en vuestra defensa, 15 porque Yo os daré boca y sabiduría a la cual ninguno de vuestros adversarios podrá resistir o contradecir. 16 Seréis entregados aún por padres y hermanos, y parientes y amigos; y harán morir a algunos de entre vosotros, 17 y seréis odiados de todos a causa de mi nombre. 18 Pero ni un cabello de vuestra cabeza se perderá. 19 En vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas".

Comentario

13. Nótese la diferencia con el texto semejante de Mat. 10, 18, que habla de que los discípulos de Cristo perseguidos darán testimonio ante sus perseguidores (S. 118, 46). Aquí, en cambio, se trata de que esa persecución será, para los mismos discípulos, un testimonio o prueba de la verdad de estos anuncios del divino Maestro, y un sello confirmatorio de que son verdaderos discípulos.

14. Cf. 12, 11; Mat. 10, 19. Promesa terrenal como las de Mat. 6, 25 - 33, pero ¿quién puede hacerla si no es un Dios? Y si El no fuera el Hijo ¿podría concebirse tanta falsía en prometer y tanta maldad en Aquel que pasó haciendo el bien (Hech. 10, 31) y desafiando a que lo hallasen en falsedad? (Juan 8, 46 s.). Esta consideración "ad absurdum" es tan impresionante, que ayuda mucho a consolidar nuestra posición íntima frente a Cristo para creerle de veras todo cuanto El diga, aunque nos parezca muy paradójico. Cf. 7, 23 y nota.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios