Jueves 14 de noviembre

Evangelio según San Lucas, capítulo 17, versículos del 20 al 25

Las dos venidas del Mesías.

20 Interrogado por los fariseos acerca de cuándo vendrá el reino de Dios, les respondió y dijo: "El reino de Dios no viene con advertencia, 21 ni dirán: "¡Está allí!" porque ya está el reino de Dios en medio de vosotros". 22 Dijo después a sus discípulos: "Vendrán días en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. 23 Y cuando os digan: "¡Está allí!" o "¡Está aquí!" no vayáis allí y no corráis tras de él. 24 Porque, como el relámpago, fulgurando desde una parte del cielo, resplandece hasta la otra, así será el Hijo del hombre, en su día. 25 Mas primero es necesario que el sufra mucho y que sea rechazado por la generación esta.

Comentario

20. Jesús se presentó en la humildad para probar la fe de Israel; pero las profecías, como también los milagros, mostraban que era el Mesías. Cf. 16, 16 y nota. Como observan el P. de la Briere y muchos otros, el sentido no puede ser que el reino está dentro de sus almas, pues Jesús está hablando con los fariseos.

24. Ahora Jesús habla con los discípulos y alude a su segunda venida, que será bien notoria como el relámpago (Mat. 24, 23; Marc. 13, 21; Apoc. 1, 7). Antes de este acontecimiento se presentarán muchos falsos profetas y será general el descreimiento y la burla como en tiempos de Noé y de Lot (Gén. 7, 7; 19, 25; II Pedr. 3, 3 ss.). No cabe duda de que nuestros tiempos se parecen en muchos puntos a lo predicho por el Señor. Cf. 18, 8 y nota: "Yo os digo que ejercerá la venganza de ellos prontamente. Pero el Hijo del hombre, cuando vuelva, ¿hallará por ventura la fe sobre la tierra?". ¿Hallará la fe sobre la tierra? Véase 17, 23 s. Obliga a una detenida meditación este impresionante anuncio que hace Cristo, no obstante haber prometido su asistencia a la Iglesia hasta la consumación del siglo. Es el gran misterio que S. Pablo llama de iniquidad y de apostasía (II Tes. 2) y que el mismo Señor describe muchas veces, principalmente en su gran discurso escatológico. Cf. Mat. 13, 24, 33, 47 ss. y notas.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios