San Sharbel Makhluf, Presbítero (Memoria Libre)

julio 24, 2014

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Jeremías 2:1-3, 7-8, 12-13

    1La palabra del Señor se dirigió a mí diciendo:
    2—Vete y grita a los oídos de Jerusalén:
    «Esto dice el Señor: “Me acuerdo de ti, del cariño de tu juventud, del amor de tu desposorio cuando me seguías por el desierto, por tierra sin sembrar.
    3Consagrado al Señor estaba Israel,
    primicia de su cosecha. Quien osaba comerla, pagaba su culpa, le alcanzaba la desgracia”» —oráculo del Señor—.
    7Pues Yo os traje a una tierra de huertos
    para que comierais sus frutos y sus bienes. Pero llegasteis y profanasteis mi tierra, hicisteis abominable mi heredad.
    8Ni siquiera los sacerdotes preguntaron:
    «¿Dónde está el Señor?». Tampoco los guardianes de la Ley me conocieron. Los pastores se rebelaron contra Mí y los profetas profetizaron por Baal, yendo tras lo que nada vale.
    12¡Asombraos, cielos, de esto,
    espantaos, estremeceos al máximo! —oráculo del Señor—,
    13que mi pueblo ha cometido dos males:
    me abandonaron a mí, fuente de aguas vivas, y se cavaron aljibes, aljibes agrietados, que no retienen el agua.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 36:6-11

    6Señor, tu bondad alcanza hasta los cielos,
    tu fidelidad, hasta las nubes.
    7Tu justicia es como montes de Dios,
    tus juicios, como el profundo abismo. Tú, ¡Señor!, salvas a hombres y animales.
    8Qué preciosa es tu misericordia, oh Dios.
    A la sombra de tus alas se refugian los hijos de Adán.
    9Se sacian de la enjundia de tu Casa,
    les das a beber del torrente de tus delicias.
    10Porque en Ti está la fuente de la vida,
    en tu luz vemos la luz.
    11Extiende tu misericordia a los que te conocen
    y tu justicia a los rectos de corazón.

  • Evangelio

    Mateo 13:10-17

    10Los discípulos se acercaron a decirle:
    —¿Por qué les hablas con parábolas?
    11Él les respondió:
    —A vosotros se os ha concedido el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
    12Porque al que tiene se le dará y tendrá en abundancia; pero al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará.
    13Por eso les hablo con parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
    14Y se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice:
    Con el oído oiréis, pero no entenderéis; con la vista miraréis, pero no veréis.
    15Porque se ha embotado el corazón
    de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y han cerrado sus ojos; no sea que vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan con el corazón y se conviertan, y yo los sane.
    16»Bienaventurados, en cambio, vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen.
    17Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos ansiaron ver lo que estáis viendo y no lo vieron, y oír lo que estáis oyendo y no lo oyeron.