Feria

agosto 16, 2013

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Josué 24:1-13

    1Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquem y llamó a los ancianos de Israel, a los jefes, a los jueces y a los capataces, y se presentaron delante de Dios.
    2Josué dijo a todo el pueblo:
    —Así dice el Señor, Dios de Israel: «Vuestros antepasados, Téraj, el padre de Abrahán y de Najor, habitaron desde siempre en el otro lado del río y sirvieron a otros dioses.
    3Tomé a vuestro padre Abrahán del otro lado del río y lo hice caminar por toda la tierra de Canaán, multipliqué su descendencia y le di a Isaac.
    4A Isaac le di a Jacob y Esaú. A Esaú le otorgué la posesión de la montaña de Seír, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.
    5Envié a Moisés y a Aarón, y golpeé a Egipto con lo que realicé en medio de él. Después os saqué a vosotros.
    6Saqué a vuestros padres de Egipto y llegaron al mar mientras que los egipcios les perseguían con carros y caballeros hasta el Mar Rojo.
    7Clamaron al Señor, que puso tinieblas entre vosotros y los egipcios, trajo sobre ellos el mar y los cubrió. Vuestros ojos han visto todo lo que hice en Egipto.
    »Habitasteis en el desierto durante mucho tiempo
    8y os traje a la tierra del amorreo, que habita a este lado del Jordán. Lucharon contra vosotros y los puse en vuestras manos; ocupasteis su tierra y los quité de vuestra presencia.
    9Se levantó Balac, hijo de Sipor, rey de Moab, y luchó contra Israel. Mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, para maldeciros;
    10pero no consentí que Balaam le obedeciera: él os bendijo y Yo os libré de su mano.
    11Pasaron el Jordán y llegaron a Jericó. Lucharon contra vosotros los hombres de Jericó, el amorreo, el perezeo, el cananeo, el hitita, el guirgaseo, el jeveo y el jebuseo, pero los puse en vuestras manos.
    12Envié avispas que os quitaron de delante a los dos reyes amorreos, sin que tuvierais que utilizar ni vuestra espada ni vuestro arco.
    13Y os di una tierra que no labrasteis, ciudades que no edificasteis para que habitarais en ellas. Os alimentáis de viñas y olivos que no plantasteis».

  • Salmo Responsorial

    Salmo 136:1-3, 16-18, 21-22, 24

    1Dad gracias al Señor, porque es bueno,
    porque es eterna su misericordia.
    2Dad gracias al Dios de los dioses,
    porque es eterna su misericordia.
    3Dad gracias al Señor de los señores,
    porque es eterna su misericordia.
    16Él condujo a su pueblo por el desierto,
    porque es eterna su misericordia.
    17Él hirió a reyes potentes,
    porque es eterna su misericordia;
    18y dio muerte a reyes poderosos,
    porque es eterna su misericordia:
    21y dio sus tierras en heredad,
    porque es eterna su misericordia,
    22en heredad a Israel, su siervo,
    porque es eterna su misericordia.
    24y nos libró de nuestros adversarios,
    porque es eterna su misericordia.

  • Evangelio

    Mateo 19:3-12

    3Se acercaron entonces a él unos fariseos y le preguntaron para tentarle:
    —¿Le es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?
    4Él respondió:
    —¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer,
    5y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne?
    6De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
    7Ellos le replicaron:
    —¿Por qué entonces Moisés mandó dar el libelo de repudio y despedirla?
    8Él les respondió:
    —Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres a causa de la dureza de vuestro corazón; pero al principio no fue así.
    9Sin embargo, yo os digo: cualquiera que repudie a su mujer —a no ser por fornicación— y se case con otra, comete adulterio.
    10Le dicen los discípulos:
    —Si esa es la condición del hombre con respecto a su mujer, no trae cuenta casarse.
    11—No todos son capaces de entender esta doctrina —les respondió él—, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
    12Pues, hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre; también hay eunucos que han quedado así por obra de los hombres; y los hay que se han hecho eunucos a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien sea capaz de entender, que entienda.