San Bernardo de Corleone, Religioso (Memoria)

enero 12, 2013

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Juan 5:14-21

    14Ésta es la confianza que tenemos en Él: si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.
    15Y puesto que sabemos que nos va a escuchar en todo lo que pidamos, sabemos que tenemos ya lo que le hemos pedido.
    16Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no lleva a la muerte, que pida y le dará la vida. Esto para quienes cometen un pecado que no lleva a la muerte, pues hay un pecado que lleva a la muerte: de éste no hablo al decir que se ruegue.
    17Toda injusticia es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte.
    18Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Nacido de Dios le guarda, y el Maligno no le alcanza.
    19Sabemos que somos de Dios, mientras que el mundo entero yace en poder del Maligno.
    20Pero también sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado la inteligencia para que conozcamos al Verdadero; y nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.
    21Hijos, estad prevenidos contra los ídolos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 149:1-6, 9

    1¡Aleluya!
    Cantad al Señor un cántico nuevo, esté su alabanza en la asamblea de los fieles.
    2Alégrese Israel en su Hacedor;
    exulten en su Rey los hijos de Sión.
    3Alaben su Nombre con danzas,
    que le entonen salmos con panderos y cítaras.
    4Porque el Señor se deleita en su pueblo,
    y engalana a los humildes con la salvación.
    5Regocíjense los fieles en la gloria,
    griten de alegría desde sus lechos,
    6con gritos de exaltación a Dios en sus gargantas,
    y espadas de dos filos en sus manos.
    9para ejecutar en ellos la sentencia dictada:
    será un honor para todos sus fieles. ¡Aleluya! 

  • Evangelio

    Juan 3:22-30

    22Después de esto fue Jesús con sus discípulos a la región de Judea, y allí convivía con ellos y bautizaba.
    23También Juan estaba bautizando en Ainón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua, y acudían a que los bautizara
    24—porque aún no habían encarcelado a Juan.
    25Se originó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
    26Y fueron a Juan a decirle:
    —Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, está bautizando y todos se dirigen a él.
    27Respondió Juan:
    —No puede el hombre apropiarse nada si no le es dado del cielo.
    28Vosotros mismos me sois testigos de que dije: «Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él».
    29Esposo es el que tiene la esposa; el amigo del esposo, el que está presente y le oye, se alegra mucho con la voz del esposo. Por eso, mi alegría es completa.
    30Es necesario que él crezca y que yo disminuya.

  • Primera Lectura

    Ezequiel 33:12-16

    12»Tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: «La justicia del justo no lo salvará el día que cometa delito, y la impiedad del impío no lo arrastrará el día en que se aparte de su impiedad, como el justo no continuará viviendo en justicia el día que peque.
    13Si digo al justo: “Vas a vivir” y él, confiando en su justicia, comete iniquidad, nada de su justicia será recordado y morirá por la iniquidad que cometió.
    14Y si digo al malvado: “Vas a morir”, y él se aparta de su pecado y practica el derecho y la justicia,
    15devuelve la prenda, restituye lo robado y camina en los preceptos de vida, sin cometer iniquidad, ciertamente vivirá, no morirá.
    16No se le imputará ninguno de los pecados que ha cometido; ha practicado el derecho y la justicia y, ciertamente, vivirá.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 51:8-12, 17, 19

    8Pero Tú amas la verdad más íntima,
    y, en lo oculto, me enseñas la sabiduría.
    9Rocíame con hisopo y quedaré limpio,
    lávame y quedaré más blanco que la nieve.
    10Hazme sentir gozo y alegría,
    que exulten los huesos que has quebrado.
    11Aparta tu rostro de mis pecados
    y borra todas mis culpas.
    12Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
    y renueva en mi interior un espíritu firme.
    17Señor, abre mis labios
    y mi boca proclamará tu alabanza.
    19El sacrificio grato a Dios es un espíritu contrito:
    un corazón contrito y humillado, Dios mío, no lo desprecias.

  • Evangelio

    Lucas 15:3-7

    3Entonces les propuso esta parábola:
    4—¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y sale en busca de la que se perdió hasta encontrarla?
    5Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso,
    6y, al llegar a casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: «Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió».
    7Os digo que, del mismo modo, habrá en el cielo mayor alegría por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión.