San Ignacio de Loyola, Presbítero (Memoria)

julio 31, 2012

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Jeremías 14:17-22

    17»Les dirás esto:
    «Derramen lágrimas mis ojos noche y día sin cesar, que está rota en gran ruina la doncella, hija de mi pueblo, ¡un golpe dolorosísimo!
    18Si salgo al campo:
    muertos a espada; si entro en la ciudad: desfallecidos de hambre; hasta el profeta y el sacerdote vagan por el país sin entender nada».
    19¿Has repudiado del todo a Judá?
    ¿Siente tu alma asco de Sión? ¿Por qué nos hieres sin remedio? Esperábamos paz, y no hay bien, tiempo de salud, y cunde el pánico.
    20Señor, reconocemos nuestra impiedad,
    la culpa de nuestros padres, porque hemos pecado contra Ti.
    21En atención a tu Nombre, no nos desprecies,
    no deshonres tu trono de gloria. Acuérdate, no rompas tu alianza con nosotros.
    22¿Es que hay entre los ídolos de las naciones
    quienes hagan llover, o podrán los cielos dar lluvias? ¿Es que no eres Tú, Señor, nuestro Dios? En Ti esperamos, pues Tú hiciste todo esto.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 79:8-9, 11, 13

    8No nos recuerdes nuestras culpas antiguas,
    que pronto nos preceda tu compasión, pues estamos en miseria extrema.
    9Socórrenos, oh Dios, Salvador nuestro,
    por la gloria de tu Nombre; sálvanos, borra nuestros pecados, por amor de tu Nombre.
    11Llegue a tu presencia el gemido del cautivo.
    Conforme a la grandeza de tu brazo, libra a los destinados a la muerte.
    13Nosotros, tu pueblo, ovejas de tu rebaño,
    te daremos gracias por siempre, y proclamaremos tu alabanza de generación en generación. 

  • Evangelio

    Mateo 13:36-43

    36Entonces, después de despedir a las multitudes, entró en la casa. Y se acercaron sus discípulos y le dijeron:
    —Explícanos la parábola de la cizaña del campo. Él les respondió:
    37—El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre;
    38el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno.
    39El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo; los segadores son los ángeles.
    40Del mismo modo que se reúne la cizaña y se quema en el fuego, así será al fin del mundo.
    41El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles y apartarán de su Reino a todos los que causan escándalo y obran la maldad,
    42y los arrojarán en el horno del fuego. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
    43Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que oiga.

  • Primera Lectura

    1 Corintios 10:31--11:1

    10
    31En fin, tanto si coméis, como si bebéis, o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.
    32No seáis escándalo para los judíos, ni para los griegos, ni para la Iglesia de Dios,
    33como también yo agrado a todos en todo, sin buscar mi conveniencia sino la de todos los demás, para que se salven.
    11
    1Sed imitadores míos, como yo lo soy de Cristo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 34:2-11

    2(Alef) Bendigo al Señor en todo tiempo;
    su alabanza está en mi boca de continuo.
    3(Bet) Mi alma se gloría en el Señor;
    que lo escuchen los humildes y se alegren.
    4(Guímel) Engrandeced conmigo al Señor;
    ensalcemos juntos su Nombre.
    5(Dálet) Busqué al Señor y me ha escuchado,
    me ha librado de todos mis temores.
    6(He) Miradle y brillaréis de gozo,
    vuestros rostros no se avergonzarán.
    7(Záin) Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha,
    y lo salva de todas sus angustias.
    8(Het) El ángel del Señor se sitúa
    alrededor de los que le temen para librarlos.
    9(Tet) Gustad y ved qué bueno es el Señor,
    dichoso el hombre que se refugia en Él.
    10(Yod) Temed al Señor sus santos,
    que nada falta a los que le temen.
    11(Kaf) Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
    pero los que buscan al Señor de nada carecen.

  • Evangelio

    Lucas 14:25-33

    25Iba con él mucha gente, y se volvió hacia ellos y les dijo:
    26—Si alguno viene a mí y no odia a su padre y a su madre y a su mujer y a sus hijos y a sus hermanos y a sus hermanas, hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.
    27Y el que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no puede ser mi discípulo.
    28»Porque, ¿quién de vosotros, al querer edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos a ver si tiene para acabarla?
    29No sea que, después de poner los cimientos y no poder acabar, todos los que lo vean empiecen a burlarse de él,
    30y digan: «Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar».
    31¿O qué rey, que sale a luchar contra otro rey, no se sienta antes a deliberar si puede enfrentarse con diez mil hombres al que viene contra él con veinte mil?
    32Y si no, cuando todavía está lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.
    33Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.