Feria

agosto 16, 2012

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Ezequiel 12:1-2

    1Me fue dirigida la palabra del Señor, diciendo:
    2—Hijo de hombre, habitas en medio de una casa rebelde. Tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son una casa rebelde.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 78:56-59, 61-62

    56Pero tentaron y se rebelaron contra el Dios Altísimo,
    y no guardaron su precepto.
    57Se apartaron y prevaricaron como sus padres,
    y se revolvieron como un arco falso.
    58Le provocaron a ira en los lugares altos,
    y le dieron celos con sus ídolos.
    59Al oírlo Dios, se indignó,
    y repudió severamente a Israel.
    61Entregó al cautiverio a sus nobles,
    y su gloria a manos del adversario.
    62Redujo a su pueblo a espada,
    se indignó contra su heredad.

  • Evangelio

    Mateo 18:21--19:1

    18
    21Entonces, se acercó Pedro a preguntarle:
    —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano cuando peque contra mí? ¿Hasta siete?
    22Jesús le respondió:
    —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
    23Por eso el Reino de los Cielos viene a ser como un rey que quiso arreglar cuentas con sus siervos.
    24Puesto a hacer cuentas, le presentaron uno que le debía diez mil talentos.
    25Como no podía pagar, el señor mandó que fuese vendido él con su mujer y sus hijos y todo lo que tenía, y que así pagase.
    26Entonces el siervo se echó a sus pies y le suplicaba: «Ten paciencia conmigo y te pagaré todo».
    27El señor, compadecido de aquel siervo, lo mandó soltar y le perdonó la deuda.
    28Al salir aquel siervo, encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándole, lo ahogaba y le decía: «Págame lo que me debes».
    29Su compañero, se echó a sus pies y se puso a rogarle: «Ten paciencia conmigo y te pagaré».
    30Pero él no quiso, sino que fue y lo hizo meter en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
    31Al ver sus compañeros lo ocurrido, se disgustaron mucho y fueron a contar a su señor lo que había pasado.
    32Entonces su señor lo mandó llamar y le dijo: «Siervo malvado, yo te he perdonado toda la deuda porque me lo has suplicado.
    33¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo la he tenido de ti?»
    34Y su señor, irritado, lo entregó a los verdugos, hasta que pagase toda la deuda.
    35Del mismo modo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada uno no perdona de corazón a su hermano.
    19
    1Cuando terminó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán.