Traducido del francés por José Gálvez Krüger  para ACI Prensa

Fuerza de Dios, luminoso Gabriel, fuiste tu el distinguido por Emmanuel entre los príncipes de la milicia celeste; fuiste tú el elegido para develar a Daniel la visión del carnero terrible.

A la oración de este profeta, te precipitas desde el cielo: le explicas el misterio de las semanas que deben enriquecer y alegrar la tierra por el nacimiento del Rey de los cielos

Eres tú quien traes la noticia dichosa y admirable a los Padres de Juan Bautista;  eres tú quien revela que una madre estéril dará un hijo a un anciano quebrado por los años.

Lo que los profetas anunciaran desde  el origen del mundo, vienes a manifestarlo plenamente a la Virgen sagrada; tus palabras revelan el misterio, anunciándole que concebirá al verdadero Dios.

Eres tú, augusto Arcángel, quien colmas de dicha a los pastores de Judea, manifestándole la celestial noticia. La milicia angélica celebra contigo el misterio del Dios que acaba de nacer.

Cuando el Señor en la última noche, anegado en sudores de Sangre sufre la agonía, desciendes de los cielos, y le declaras que debe beber el cáliz, según la voluntad de su Padre.

Dígnate, o Trinidad gloriosa, confirmar los corazones católicos a través del don celestial de la fe: danos la gracia, de que veamos tu gloria en los siglos sin fin.

Oración

Oh Dios que, entre los otros Ángeles elegiste al Arcángel Gabriel para anunciar el misterio de tu Encarnación: haz en tu bondad, que después de haberlo venerado sobre la tierra, gustemos en el cielo los efectos de su protección. Tú que vives y reinas…


Tomado de
Dom Meunier
Capellán del Monte San Miguel
Sous la Garde des Anges
Editorial Téqui, 1929

Queremos expresar nuestra gratitud a los doctores José de la Puente Candamo y José de la Puente Brunke por habernos facilitado el acceso a la Biblioteca Virginia Candamo de Puente, de donde obtuvimos este material