Tercer Día de la Novena a Santa Eduviges

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Plegaria introductoria:
Prepara nuestros corazones, Señor, para este rato de oración. Celebramos con gozo a santa Eduvigis. Ella te amó y fue fiel al Evangelio. Vivió intensamente el seguimiento de Jesús, y le dedicó toda su vida. Ella es modelo para todos los cristianos.  

Lecturas y meditaciones diarias:

Tercer día
En 1238, murió el esposo de Santa Eduvigis y fue sucedido por su hijo Enrique, apodado "El Bueno". La santa entró definitivamente en el monasterio de Trebnitz y decidió dedicar el resto de su vida a los más pobres. Muchas personas iban al monasterio para escuchar sus consejos, se habla incluso de la fama milagrosa de la santa. Vestía de la forma más humilde posible para seguir la regla cisterciense. La oración, la humildad, pobreza y amor a los pobres marcaron sus últimos años.
¿Te has parado a pensar que pasaría hoy si después de cenar no encendieras el televisor? ¿Cuánto tiempo dedicas a escuchar a tus hijos, a tu mujer o marido, a tus padres, a tu familia...? Muchos de los problemas familiares existen por no dedicar unos minutos a escuchar las inquietudes de los que tienes más cerca. Hoy, y en presencia de santa Eduvigis a tu lado, te propongo que leas esta historia, que aunque es un cuento, bien podría trasladarse a la realidad actual:
Se explica que una vez, un niño recibió a su padre a la entrada de su casa justo cuando éste volvía del trabajo: "Papá... ¿cuánto ganas en una hora?". Su padre le contestó con un gesto severo:" Mira hijo, este tipo de informaciones ni tu madre las conoce; no me molestes, que estoy cansado". El pequeño insistió: "¿Pero papá, dime por favor cuánto ganas en una hora?". El padre, aunque sólo fuera para sacárselo de encima, le respondió: "30 euros". El niño siguió preguntando: "¿Papá, me podrías prestar 15 euros?". El padre se enfadó y bruscamente le recriminó: "¿Así que esta era la razón de saber lo que gano, eh? ¡Venga, vete a dormir y no me molestes más, aprovechado!". Al cabo de unas horas, entrada ya la noche, el padre meditó lo que había pasado y se sintió mal. A lo mejor su hijo quería comprar alguna cosa... Queriendo descargar su conciencia dolida, se fue a la habitación de su hijo y, abriendo suavemente la puerta le preguntó: "¿Duermes, hijo?". "No, papá", le respondió él con un suave bostezo. "Aquí tienes el dinero que me has pedido", le dijo el padre. "Gracias papá", contestó el pequeño; y poniendo la mano bajo el cojín, sacó unas monedas. "Ahora ya lo he reunido todo, papá. Tengo 30 euros. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo?".

Frase para meditar

Se explica que un día el filósofo Sócrates entró en una tienda de comestibles muy grande por primera vez. Al cabo de pocos instantes, exclamó: "¡Cuántas cosas hay que no necesito!".

Oración:
Oremos unidos con santa Eduvigis, a Jesús, nuestro Señor.
1. Para que aprendamos a sembrar a nuestro alrededor amor, esperanza, generosidad y espíritu de servicio. Tener más estima de nuestros abuelos, nuestros padres y hermanos. Señor, ten piedad.
2. Para que los pobres, los enfermos, los que se encuentran solos, los que han perdido la esperanza, se sientan confortados por la fuerza de Dios y por nuestra ayuda. Señor, ten piedad.
3. Para que en el mundo crezca la paz y la justicia, y se acaben las opresiones, las desigualdades, las guerras, el hambre. Señor, ten piedad.
4. Para que el ejemplo de Eduvigis sirva a muchos conocer el gran mensaje de Jesucristo y sigan su gran mensaje que da vida y esperanza a la humanidad.
5. Petición libre (Aquí haces la petición que quieres)

Padre nuestro...
Acabemos nuestro encuentro de oración invocando juntos a santa Eduvigis para que vele por nosotros e interceda ante Dios para (decir la necesidad personal) y nos ayude también a ser más cristianos.
Santa Eduvigis, fiel amiga y seguidora de Jesucristo, trabajadora de la viña del Evangelio. Hoy te invocamos con toda confianza, porque eres compañera nuestra en el camino de la fe. Tú que vives ya por siempre en el gozo del Reino de Dios, vela por nosotros, protégenos, danos generosidad y coraje, ayúdanos a ser cada día más cristianos. Santa Eduvigis, ruega por nosotros. Amén.

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.