Tercer Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 
propongo firmemente nunca más pecar, 
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.

Tercer Día

Generoso San Lucas. Tu que dedicaste tu vida a propagar la doctrina de Jesucristo, teniendo siempre el corazón en el Cielo y el cuerpo en la tierra, recíbeme como tu fiel devoto y atiende mi súplica. Soy consciente de que por mis muchas debilidades he cometido numerosas faltas y no soy merecedor de tu atención. Pero deseo corregir mi vida imitando tus numerosas virtudes y por ello solicito ante Dios nuestro Señor para que, por tus muchos méritos, sea merecedor de la Misericordia Divina e inunde mi corazón de un ardiente deseo de llevar una vida cristiana y cumplir todos los mandamientos. También te pido que medies para que se resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir

Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén