Domingo 23 de Abril de 2017

Evangelio Juan 20:19-31:

19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
25 Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.»
26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.»
27 Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.»
28 Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»
29 Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.»
30 Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro.
31 Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.

Meditación:

Hace 8 días Tomás no estaba con los otros apóstoles, por eso no pudo ver a Jesús, pero hoy está con todos reunidos y ve al Señor. Es que Jesús no se revela a cada uno de manera individual, Jesús se revela cuando todos están juntos, cuando están en Iglesia. Es en la Iglesia donde vemos a Jesús, donde aprendemos a creer, nuestra fe no es individual, es eclesial. Tú no eres dueño de la fe, yo tampoco, Dios ha depositado el tesoro de la fe en la Iglesia, por tanto yo no me puedo inventar lo que quiero creer y lo que yo considero que no. Por eso yo no puedo decir "creo en Cristo, pero no en la Iglesia", porque ahí donde está la Iglesia, está Jesús.