¿Con qué se puede intoxicar mi hijo?

Las intoxicaciones agudas se presentan con mayor frecuencia en los niños menores de 5 años; por lo común, se producen de una manera accidental, es decir, exposición no intencionada a una sustancia química, la cual puede dañar el organismo del niño e, incluso, causarle la muerte.

¿Cuáles son las sustancias que con mayor frecuencia lo pueden intoxicar? Los medicamentos, como gotas para los cólicos y antigripales; los productos de limpieza de la casa, como sosa cáustica, productos que contengan amonio, insecticidas, jabones y raticidas; plantas, y los animales ponzoñosos, como el alacrán.

Algunos tipos de serpientes y arácnidos tienen sustancias químicas que dependiendo de la cantidad administrada a un organismo pueden provocar una enfermedad. En las grandes ciudades, como la de México, predominan los medicamentos y los productos de limpieza para el hogar como causa de intoxicación en la edad pediátrica.

Con la evolución de la industria química son muchos los productos de uso médico y doméstico con los que se cuenta y que al ser bien acogidos por la sociedad moderna se han vuelto de uso cotidiano, aumentando con ello la disponibilidad de productos tóxicos en el hogar. Al encontrarse en forma accesible y en sitios visibles favorecen la intoxicación en el niño, quien al carecer de vigilancia, por parte de sus padres, se vuelve una víctima del ambiente que lo rodea.

¿Cuáles son los síntomas que puede presentar un niño intoxicado?

En la mayoría de los casos de intoxicación aguda, los síntomas son tan claros que no es problema reconocer que ha ocurrido ingestión o exposición potencial a un tóxico; a menudo se ha visto al niño ingerir el medicamento o producto de limpieza o se le encuentra con el recipiente vacío, algunos otros familiares o vecinos en ocasiones brindan datos útiles, ya que pueden haber visto al niño comer una planta u otra sustancia fuera de casa.

Existe un pequeño grupo de niños en quienes desafortunadamente no se observó el momento preciso en que se expuso al veneno, es entonces cuando los cambios súbitos en el comportamiento del menor o la presencia de síntomas de inicio abrupto, como vómito, sueño excesivo, marcha tambaleante o desmayos, deben hacer presente la sospecha de intoxicaciones.

¿Qué se debe hacer ante la sospecha de intoxicación?

Cuando se ha observado al niño ingerir alguna sustancia, es importante precisar los ingredientes químicos del compuesto, así como la cantidad ingerida y qué efecto tóxico cabe esperar, para lo cual se debe revisar la etiqueta que los productos envasados traen en la parte posterior, donde se encontrará esta información, además de las recomendaciones generales en caso de exposición. En el caso particular de la ingestión de cáusticos, productos químicos utilizados para la limpieza de estufas o para destapar cañerías, no se debe provocar el vómito ni darle a beber leche u otro alimento.

Al niño, por lo regular, se le encontrará con un llanto fuerte, sacando saliva por la boca y señalando dolor intenso en el sitio de la exposición; es vital llevarlo en forma inmediata al hospital más cercano para una adecuada atención médica.

Se concluye que las intoxicaciones en la infancia pueden ser prevenidas, se recomienda vigilancia constante de las actividades del niño, aun cuando se encuentre en casa. Los padres deben acostumbrarse a leer las etiquetas de todos los productos hogareños para conocer el grado de toxicidad y no colocarlos en envases de refrescos o alimentos. Los medicamentos son útiles para curar enfermedades, se deben seguir las instrucciones del médico y al igual que los productos de uso en casa, deben guardarse en un almacén fuera del alcance de los niños.


Por la Dra. Olga B. Martínez Pantaleón