¿Cómo ayudar a los hijos en la transición de la niñez a la adolescencia?

En la hermosa tarea de criar a los hijos, los padres deben conocer bien que las diversas etapas del desarrollo infantil tiene objetivos y tarea específicas. Mientras para los bebes es comer, dormir y explorar su mundo, para los adolescentes es desarrollar su propia identidad dentro del grupo de amigos.

En la etapa de adolescencia, el joven percibe la necesidad de mayor independencia. En el proceso de ir alcanzando esta necesidad, algunos logran la transición sin problemas, pero en otros esta experiencia puede causarle tristeza y algunas dificultades al relacionarse con sus padres. Algunos aspectos de esta transición son normales y aunque causan mucha tensión, no deben de ser causa de alarma para los padres.Ante ello, es importante que los papás se preparen para esta etapa esencial para el hijo y al mismo tiempo lo ayuden para que realice una transición sin inconvenientes y un mayor éxito en el logro de las tareas del desarrollo hacia la adolescencia; a continuación se brindan los siguientes consejos:

  • Brindar un ambiente seguro y amoroso en el hogar. 

  • Crear una clima de honradez, confianza y respeto mutuo.

  • Permitirle al adolescente la independencia apropiada para su edad.

  • Llevar una relación con el niño que le permita confiar en los padres cuando tenga preocupaciones o problemas.

  • Educarlo en la responsabilidad básica para con sus objetos personales.

  • Enseñarle la responsabilidad básica de ayudar en la casa.

  • Enseñarle la importancia de aceptar límites.

Entre los aspectos más importantes de la relación entre los padre e hijos está la apertura libre del niño para con sus padres acerca, que lo lleve a compartir sus alegrías o problemas. Para llegar a esto es esencial la constancia, paciencia y comprensión, puesto que esta relación se desarrolla gradualmente, en la medida que se le dedique tiempo al niño. Es importante aprovechar las oportunidades para estar con los hijos durante las comidas, contándole cuentos, leyéndoles, jugando con ellos, durante excursiones, vacaciones y celebraciones.

Especial atención hay que dar al hijo en los momentos difíciles o tristes. De esta manera, se crea una base de confianza que le permite al niño el discutir con sus padres los problemas y conflictos que surjan durante la adolescencia.