Vocaciones siguen respondiendo pese a secularización progresiva, dice Card. Rouco

Con ocasión de la celebración este 19 de marzo del “Día del Seminario”, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, destaca que pese a la secularización progresiva de la cultura dominante, las vocaciones al sacerdocio siguen respondiendo al llamado de Dios.

Haciendo referencia a los más de 200 candidatos que actualmente siguen su formación en los dos seminarios arquidiocesanos, el Purpurado asegura que “el número y la generosidad de nuestros seminaristas pone en evidencia que el Señor sigue llamando al sacerdocio apostólico, a pesar de la secularización progresiva de la cultura dominante y de los intentos laicistas de relegar las raíces y valores cristianos de nuestro pueblo”.

En una carta con motivo de esta celebración, el Cardenal Arzobispo expresa que “ni es vana nuestra oración al Dueño de la mies para que siga enviando obreros a su mies, ni estéril la cooperación con la gracia de Dios para que germinen las semillas vocacionales allí donde se cultiva con rigor eclesial y esmero evangélico la vida cristiana”.

Sobre el particular, el Purpurado asegura que “siempre serán insuficientes aquellos programas pastorales que no propicien a los jóvenes el encuentro personal, vivo y cordial con Jesucristo, de modo que puedan abrirse a su voluntad para encauzar con generosidad la vocación cristiana”.

Según el Cardenal Rouco, el “Día del Seminario” es muy oportuno para orar por los seminaristas, “manifestarles nuestro afecto, y regalarles la solidaridad del apoyo eclesial y económico que, sin duda, contribuirá a estimular su propósito de entregar la vida al servicio de Cristo y de los hombres”.

“Es ocasión propicia –explica el Arzobispo–, para sensibilizar las conciencias de todos los diocesanos, especialmente las familias y educadores cristianos, sobre la grandeza de la vocación sacerdotal y la urgente necesidad de promoverla entre nuestros niños y jóvenes”.

Más adelante, el Cardenal señala que “contar con un número suficiente de sacerdotes constituye hoy un signo elocuente de la fecundidad de la vida cristiana de comunidades y grupos cristianos y del aprecio real de sus miembros hacia este ministerio” y se pregunta si “¿acaso no tiene que ver la escasez de vocaciones de tantas Iglesias particulares en Europa de antigua tradición cristiana con el olvido de sus raíces, el oscurecimiento de la identidad católica y la falta de vigor apostólico?”.