Vivimos como primeros cristianos ante cultura opuesta a la fe, dice Obispo argentino

El Obispo de San Rafael (Argentina), Mons. Eduardo Taussig, aseguró que los católicos actuales deben acostumbrarse “a vivir en un mundo como el de los primeros cristianos, con una estructura cultural y jurídica que no era acorde con la fe”.

En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Taussig exhortó a que se acentúen en los fieles “opciones de fe más profundas, sólidas y coherentes”.

El Prelado argentino manifestó su agradecimiento al Papa Benedicto XVI por la convocatoria del Año de la Fe, “que nos permite renovarnos profundamente en lo que es la columna vertebral de nuestra vida cristiana, nuestro encuentro con Jesucristo”.

“En Argentina hemos entroncado el camino pastoral en líneas pastorales. Se hizo un documento con orientaciones prácticas para todas las diócesis”, sobre cómo vivir el Año de la Fe, señaló.

Estas indicaciones, dijo Mons. Taussig, son “en primer lugar tratar de vivir y celebrar el Año de la Fe como nos ha pedido el Santo Padre, entroncando con la Misión Continental que se esta realizando en la diócesis”, y se procurará que se ahonde en la lectura del Catecismo de la Iglesia Católica.

En la diócesis de San Rafael, indicó el Obispo, ha dispuesto que se profundice en los artículos del Credo, así como que se rece la profesión de fe y el Santo Rosario, particularmente en familia, y “en lo posible cada día”.

Además, las parroquias permanecerán con las puertas abiertas “para dictar los contenidos de la fe al pueblo de Dios en la semana”.

Mons. Taussig denunció que en Argentina la presión de quienes promueven el aborto “es muy fuerte”, y recordó el reciente fallo de la Corte Suprema que admite la realización de abortos en centros médicos públicos “a toda mujer que diga que ha sido violada. Basta su sola palabra, no importa su edad”.

Por ello, el Prelado también recordó la importancia de defender los que la Iglesia ha llamado principios no negociables, que son la defensa de la vida humana, la familia natural, el derecho de los padres a decidir libremente la educación de sus hijos, y el bien común.