Anthony Cipolle "vivía como una estrella de rock" y despilfarraba todo su dinero hasta que las constantes e insistentes oraciones de su madre lograron que volviera a la fe católica y se ordenara sacerdote.
El P. Cipolle tiene 52 años. En entrevista con el periódico PressHerald contó la historia de su vocación, que llegó a su culmen el día de su ordenación el pasado 18 de noviembre en la Catedral de la Inmaculada Concepción en Portland, estado de Oregon, Estados Unidos.
En diálogo con el medio estadounidense, Cipolle narró que creció en el estado de Massachusetts y que, cuando era niño, su padre solía leerles a sus hermanos y a él historias de la Biblia antes de dormir. "Recuerdo que él me enseñó a rezar el Padrenuestro, 'la oración del Señor'", dijo.