Tras la visita del Papa Benedicto XVI a la República Checa, el Arzobispo de Praga, Cardenal Miloslav Vlk, señaló que este importante evento ha colocado a la Iglesia en el país al centro de la vida social y ha revitalizado profundamente a los católicos en un país que suele mirarse desde fuera como "ateo y secularizado".
En diálogo con Radio Vaticano, el Purpurado checo comentó que este viaje constituye un gran aliento para los muchos fieles presentes en Praga, Brno y en Starà Boleslav.
"El mismo Papa lo ha mencionado y se ha visto que la presencia de personas no era solo gente curiosa por ver a una 'celebridad', sino y sobre todo una presencia en la fe. Y esto el Santo Padre lo ha sentido, principalmente en Starà Boleslav, donde estaban los jóvenes. Su alegría ha influido mucho al Santo Padre que comentó al final del almuerzo con los obispos que esta era una visita extraordinaria", dijo el Cardenal.