El Gobierno de Vietnam está presionando a dos comunidades de religiosas en las ciudades de Hanoi y Saigón para expropiar sus conventos.
En Hanoi, capital del país, decenas de religiosas de las Hermanas de San Pablo protestaron el 9 de mayo en las calles y denunciaron la construcción ilegal de un complejo comercial en el terreno de su convento.
La construcción estuvo detenida gracias al reclamo del Arzobispo de Hanoi, Cardenal Peter Nguyễn Văn Nhơn, sin embargo, fue reiniciada el martes 8. Ese día una de las hermanas intentó parar a los obreros, pero la golpearon y la dejaron inconsciente.