En la ceremonia conclusiva del encuentro interreligioso del Papa Francisco por la paz mundial en Asís (Italia), Tamar Mikalli, refugiada siria que huyó del país junto a sus ancianos padres debido a la guerra, aseguró que en medio de los bombardeos la oración fue "el único sostén para nosotros".
Tamar vivía en Alepo, la ciudad más grande de Siria, cuando estalló la guerra en 2011. "Comenzaron a llover misiles que destruyeron las casas. Todavía escucho los gritos de un padre, de una madre o de los niños que buscan a sus padres", recordó.
Desde 2011, el gobierno sirio se enfrenta contra diversas facciones rebeldes que buscan derrocar al presidente Bashar al-Assad, entre ellos las Fuerzas Democráticas Sirias, grupos vinculados a Al Qaeda y el Estado Islámico.