La Iglesia San Francisco ubicada en Santiago de Chile, ha sufrido incendios, pintas y fuertes terremotos, pero es la única obra arquitectónica del país que en 2018 cumplirá 400 años como testigo fiel de los albores de la patria, la fe y la evangelización.
Cuando Chile aún era una capitanía general dependiente del Virreinato del Perú, Pedro de Valdivia encargó a los hermanos franciscanos edificar el templo en el mismo lugar donde él había levantado la ermita a la Virgen del Socorro, imagen muy pequeña que el conquistador español trajo en la montura de su caballo.