La policía italiana ha detenido a un africano originario de Ghana, de 39 años, que el viernes 30 de septiembre y el 1 de octubre entró de forma violenta en algunas iglesias históricas del centro de Roma y destruyó varias imágenes sagradas, provocando el pánico entre los fieles y los turistas que se encontraban en ellas en ese momento.
El vándalo comenzó su acción en torno a las 19.30 hora local en la Basílica de Santa Praxedes, muy cerca de la famosa basílica Papal de Santa María la Mayor. Entró en la iglesia y destruyó la estatua de la santa que da el nombre a la iglesia. Después, hizo lo mismo con la reproducción en miniatura de San Antonio, a quién le cortó la cabeza, según informan varios medios italianos.
El párroco, el P. Pedro Savelli, ha explicado que "rápidamente pensé que se trataba de un atentado del ISIS". "El hombre estaba fuera de sí, pero gracias a Dios conseguimos echarle antes de que destruyese todo. Decía que a los niños no se les puede enseñar a creer usando las imágenes sagradas como hacemos nosotros", contó el párroco. "Primero, antes de irse, ha gritado frases inconexas".