Tras la celebración eucarística con los 24 nuevos Cardenales creados en el Consistorio de ayer, el Papa Benedicto XVI rezó el Ángelus dominical desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, recordando que Dios concede siempre mucho más de lo que se le pide, incluso la vida eterna con Él en el Cielo.
“Justamente desde la cruz Jesús está a la altura de Dios, que es Amor. Es ahí que se lo puede conocer. Jesús nos da la vida porque nos da a Dios. Y nos lo puede dar porque Él mismo es una sola cosa con Dios”, dijo el Papa meditando en el día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de Cristo Rey.
El Santo Padre agregó que “mientras el Señor parece confundirse entre los dos ladrones, uno de ellos, consciente de sus propios pecados, se abre a la verdad, alcanza la fe y pide al rey de los judíos: ‘Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino’. De Jesús, el llamado ‘buen ladrón’ recibe inmediatamente el perdón y la alegría de entrar en el Reino de los Cielos. Jesús desde el trono de la Cruz, acoge a cada hombre con infinita misericordia”.