El Obispo de Tarma, Mons. Richard Alarcón, exhortó a quienes sirven y cuidan a enfermos de VIH/SIDA a ver en ellos "el rostro de Cristo vivo" y a realizar esta labor con "la fe, la esperanza y la caridad".
En su intervención en la Jornada de Reflexión sobre esta enfermedad que concluye hoy en la zona portuaria del Callao, el Prelado explicó que este mal "no daña solamente al cuerpo sino a toda la persona, sus relaciones interpersonales y su vida social. La inmuno-deficiencia del VIH-SIDA también se da simultáneamente en el plano de los valores existenciales. Es una verdadera patología del Espíritu. Es un azote y lleva consigo una crisis de valores morales".
El también presidente del Departamento Episcopal de Pastoral de Salud motivó a los asistentes a las jornadas de reflexión a seguir el ejemplo del Buen Samaritano:"no debemos ser indiferentes con nuestro prójimo; hay que ver al ser humano como alguien que nos pertenece", dijo.