La co autora comentó que "para mí, acercarme a sus textos fue como entrar a un espacio sagrado (....) He descubierto una gran riqueza de reflexiones, de búsqueda, de una fe que se mantenía aún en los tiempos oscuros, tiempos de alegría y tiempos de fatiga también interior. Y un fuego que permanece y que conduce la vida, una fuerza que irresistiblemente atraída también cuando las fuerzas eran pocas y tantos aconsejaban unas honrada fase de reposo". "La belleza de conocer a Olga, Lucia y Bernardette era el hecho de que eran personas como tantos de nosotros, lidiando con los límites de la ancianidad, en una vida ordinaria ", añadió. "Su vida se desarrollaba en la cotidianeidad de la acogida, la simplicidad en el servicio en la parroquia, en las visitas a los barrios u hospitales. En esta normalidad había una gran búsqueda espiritual. He pensado que para vivir bien la cotidianeidad que a veces parece banal se necesitan grandes ideas y grandes sueños sueños. Y una gran fe", expresó Caffi.
El libro cuenta con un prefacio escrito por el Arzobispo de Bologna, Mons. Matteo Zuppi, donde habla sobre los esfuerzos de paz en Burundi y unas palabras de la directora general de las javerianas, Giordana Bertacchini, sobre el significado del martirio para la familia misionera.
"Partimos del evento que las unió en la muerte así como en vida: la historia de los terribles horas que van desde la tarde del 7 de septiembre a de la noche del 8 de septiembre de 2014, con una mención a las investigaciones que se han estancado".