27 de septiembre de 2012 / 10:02 PM
Con el fin de adecuar el ordenamiento jurídico vaticano a los más altos estándares internacionales contra el terrorismo, y en su deseo de colaborar en la tutela adecuada del personal diplomático, la Santa Sede se sumó a la "Convención sobre la Prevención y Castigo de Delitos contra las personas que gozan de protección internacional, incluidos los agentes diplomáticos".
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, para una mayor protección de las personas que gozan de protección internacional, en la tarde del 26 de septiembre el arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados y Jefe de la Delegación de la Santa Sede, depositó ante el Secretario General de las Naciones Unidas el instrumento de adhesión a la Convención.
El instrumento de adhesión recuerda que la promoción de los valores de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas y los pueblos son de suma importancia para la Santa Sede y exigen la observancia del estado de derecho, así como el respeto de los derechos humanos.