Al presentar el mensaje del Papa Juan Pablo II para la Cuaresma 2004 titulado “El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe”, el Arzobispo Paul Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo “Cor Unum”, pidió a la comunidad internacional ejercer presión sobre los grandes laboratorios para reducir el costo de las medicinas contra el SIDA.
“Ante estos niños que mueren porque no tienen medicinas, hay que hacer una presión pública para convencer a las casas farmacéuticas a bajar los precios para curar a las víctimas del SIDA”, dijo Mons. Cordes, responsable de la acción caritativa de la Iglesia.
Durante la conferencia de presentación del documento papal hizo uso de la palabra el jesuita norteamericano Angelo D’Agostino, fundador y director médico de “Nyumbani”, The Children of God Relief Institute de Nairobi (Kenya).