Como cada año, el Vaticano ha pedido a través de un mensaje del Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Cardenal Peter Turkson, ayudar a las personas que sufren de lepra y hacer todo lo posible para que sean reinsertados en la sociedad.
"En 1985 la lepra afligía en el mundo a más de 5 millones de personas y hoy se dan unos 200 mil nuevos casos al año, pero todavía hay todavía mucho que hacer".
El mensaje subraya que "es importante que los líderes de todas las religiones, en sus enseñanzas, escritos y discursos, contribuyan a eliminar esta discriminación contra las personas afectadas de lepra".