El Papa Benedicto XVI recordó en una Misa celebrada ayer por la tarde en la Basílica de San Pedro la figura del Beato Juan XXIII, al conmemorar 50 años de su elección como Pontífice, y destacó cómo la docilidad al Espíritu Santo que siempre lo caracterizó dio como uno de sus frutos el Concilio Vaticano II.
Al finalizar la Eucaristía que presidió el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre tomó la palabra y explicó que "en los años de la elección de Juan XXIII, "la gracia de Dios estaba preparando un período trabajoso y prometedor para la Iglesia y para la sociedad y encontró en la docilidad al Espíritu Santo, que caracterizó toda la vida de Juan XXIII, el terreno bueno para que germinase la concordia, la esperanza, la unidad y la paz en bien de toda la humanidad".
Benedicto XVI explicó que el Beato Juan XXIII "indicó la fe en Cristo y la pertenencia a la Iglesia, madre y maestra, como garantía de fecundo testimonio cristiano en el mundo" y "en medio de la fuerte contraposición de su época, fue hombre y pastor de paz que abrió en Oriente y Occidente horizontes inesperados de fraternidad entre los cristianos y de diálogo con todos".