27 de mayo de 2011 / 06:02 PM
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, aseguró que la Iglesia Católica está en primera línea en la lucha contra el SIDA en el mundo, no solo porque posee la mayor red de atención en todo el orbe (117 000 centros), sino porque es generadora de un "capital invisible" que reconoce la dignidad inalienable de toda persona, sin excepción.
Así lo indicó el Purpurado en su discurso en la inauguración del congreso internacional organizado por la fundación "El Buen Samaritano", que está bajo el mandato del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud. El evento se titula "Centralidad de la persona en la prevención y el tratamiento del SIDA-HIV".
El Cardenal, que llevó a los participantes la cercanía del Papa y su deseo de que este congreso aliente un "mayor y más eficaz esfuerzo en la lucha contra esta enfermedad", recordó que "la Iglesia Católica está profundamente comprometida en esta tarea desde el principio, y prueba de ello son las estructuras sanitarias que están en los lugares donde están las poblaciones más afectadas".