Al final de la tradicional audiencia general de este miércoles el Papa Juan Pablo II hizo un urgente llamado para que cese la violencia en todo el mundo, pero especialmente en Medio Oriente y Rusia.
Este martes, dieciséis personas perdieron la vida y otras cien resultaron heridas en Beersheva, en el sur de Israel, cuando dos terroristas del movimiento Hamas se inmolaron en sendos autobuses.
En Irak, doce trabajadores nepalíes que habían sido secuestrados el pasado 20 de agosto fueron asesinados por un grupo fundamentalista islámico; mientras expiró el nuevo ultimátum que los captores de dos periodistas franceses habían ampliado hasta el martes, sin noticias de los secuestradores.